Los devotos de Cuenca y de varias partes del país viajan diariamente al santuario de la virgen del Cajas, siempre motivados por su gran espirito de fe religiosa.
Un centenar de pequeñas placas llevadas por los creyentes, en profesión de agradecimiento de los milagros, que la virgen del sector los ha hecho realidad, con su devoción y fe que tienen hacia la virgen, en algunas narran sus historias.
Pese al frio del paramo los devotos llegan a visitar a su madre virgen del Cajas llevando rosas mientras que otros se llevan una rosa como recuerdo